A mi, que un creyente crea en un ser imaginario, creador del cielo y de la tierra, todopoderoso e inteligente, me da como que igual, es su libertad y como tal debe ser respetada, aunque a mi me parezca profundamente erronea, de la misma forma que pido que mi libertad de no creer sea respetada, aunque para ellos les parezca profundamente equivocada.
No, no defiendo un relativismo del tipo todas las opiniones son respetables o válidas, no, es más, sostengo que muchas opiniones no son nada respetables, lo que si es respetable es la persona y el derecho de esta a tener la opinión que le de la gana.
Para mí, una sociedad ideal es un pelín anarquista, donde la libertad individual personal sea el objetivo principal de dicha sociedad, por supuesto tiene unos límites, que es que no afecte a la libertad de terceras personas y allí donde existan conflictos, existan leyes y jueces para interpretarlas.
Esta sociedad ideal no está nada lejos de la que se intentó reflejar en la propia Constitución Española y en las democracias modernas y que se ha ido modelando poco a poco, como se puede ver, mi idea de sociedad no es demasiado radical, no digo que no me gustaría ver una "democracia 3.0" pero con la que tenemos, pero sin vicios que la deformen y políticos que la prostituyan, yo me conformaría.
Así pues, mis queridos creyentes, sobre todo los católicos, respetando vuestro derecho a creer en lo que os de la gana, comprendereís que el resto de la sociedad tengamos nuestro derecho a cabrearnos y mucho ante opiniones nada respetables como es la pastoral familiar de la iglesia en España, en la que volvemos una y otra vez a tratar de imponer prejuicios contra personas cuya opción sexual no es la de la media heterosexual, sobre todo masculina, que perpetua sus prejuicios contra las mujeres, que considera que si estas no se someten injustamente a la voluntad de los hombres, no es de extrañar que se les de unas "yoyas".
Al fin y al cabo, su justificación es que si las victimas protestan y van logrando algo de justicia, es lógico que se les parta la cara, si es que la libertad es algo malo, la dictadura es el único modelo para un católico español, según ellos.
9. La Iglesia en España ha de saber vivir esa realidad en nuestros días, en el momento en el que el anuncio del Evangelio sufre un formidable desafío por parte de la cultura dominante. Una cultura surgida de un planteamiento que ignora el valor trascendente de la persona humana y exalta una libertad falsa y sin límites que se vuelve siempre contra el hombre.
[...] el Magisterio de la Iglesia ha manifestado repetidas veces los peligros que emanan de este modo de ordenar la sociedad que, tras un relativismo en lo moral, esconde el totalitarismo de determinadas ideologías propugnado por aquellos que dominan los poderes fácticos.
[...] el Magisterio de la Iglesia ha manifestado repetidas veces los peligros que emanan de este modo de ordenar la sociedad que, tras un relativismo en lo moral, esconde el totalitarismo de determinadas ideologías propugnado por aquellos que dominan los poderes fácticos.
Vamos, que nuestros obispos opinan que la libertad es mala, la democracia es mala, el único modelo válido es el nacional-catolicismo de otras repugnantes épocas.
Así pues, recomiendo a los católicos de buena voluntad -si es que quedan- que lean los dogmas que su iglesia propone, si después de esto, siguen siendo católicos, he de deciros que en mi opinión es que o bien no teneis capacidad para razonar en profundidad o no sois buenas personas, negando las supuestas palabras de vuestro profeta y dios crucificado.
En fin, que dejeis de tocar los cojones de una puta vez.