Antes de empezar, simplemente señalar que esta gente de hazte oir y playas familiares son los que iniciaron campañas contra la ciencia, contra la homosexualidad y contra el feminismo, invocan cierta moralidad cristiana, pero en realidad sólo plasman prejuicios, sin ninguna base religiosa.
Extraido de las 205 razones para ser naturista.
La Cristiandad apoya al Naturismo.
196. La desnudez no puede igualarse automáticamente con el pecado sexual.
El vincular la desnudez con el pecado sexual en forma directa, tiene tanto sentido como insistir que el fuego solo puede conectarse con la destrucción de la propiedad y la vida, y por lo tanto es inmoral. El pecado no viene de la desnudez, viene de cómo el estado de desnudez es usado. Ian Barbour escribe: "Ningún aspecto del hombre es malo en si mismo, solo es malo cuando se hace mal uso de él. La inherente bondad del orden material, en el cual el ser humano participa plenamente, es, como puede observarse, un corolario de la doctrina de la creación."
El Papa Juan Pablo II admite que la desnudez en y por si misma no es pecaminosa. "El cuerpo humano en si mismo, siempre posee su propia e inalienable dignidad humana," dice. Solo es obsceno cuando se lo reduce a "un objeto de �diversión�, alimento para la gratificación de apetitos desordenados de placeres deshonestos."
197. La desnudez no puede asociarse automáticamente con la lujuria.
No es razonable cubrir las manzanas en el mercado, solo porque alguien podría ser tentado por la gula, tampoco es necesario derogar la moneda debido a que alguien podría dejarse vencer por la codicia. Por el contrario, en nuestra sociedad ¡resulta perfectamente razonable prohibir la desnudez simplemente debido a que un individuo podría ser tentado por la lujuria!
La apreciación de la belleza de un miembro del sexo opuesto, desnudo o como fuese, no puede equipararse automáticamente con la lujuria. Solo si se agrega el deseo, dicha apreciación se convierte en lujuria, y por lo tanto en pecado. Incluso entonces, es el lujurioso, no el objeto de su lujuria quien ha pecado. Batheseba nunca fue censurada por bañarse, si David por su lujuria (II Samuel 11:2-12:12).
El Papa Juan Pablo II escribe: "Existen circunstancias en las que la desnudez no es impúdica. Si alguien toma ventaja de esta ocasión para tratar a la persona como un objeto de diversión, incluso si esta acción es puramente interna, este es el único culpable de falta de vergüenza... no el otro." Margaret Miles Observa que: "La desnudez, la sexualidad y la lujuria rara vez se asocian en las Escrituras."
198. Muchos líderes históricos de la iglesia han desvinculado la desnudez con el impudor sexual. Santo Tomas de Aquino, por ejemplo definió como acto impúdico, aquel que se realiza con intención lujuriosa. Por lo tanto, si alguien se desviste con el único propósito de bañarse, tomar sol o recrearse, no puede ser acusado de impúdico.
El Papa Juan Pablo II escribe: "El pudor sexual no puede identificarse de manera sencilla con el uso de vestimenta, ni la falta de vergüenza con la ausencia de la misma, o con la desnudez parcial o total... La falta de pudor se presenta solo cuando la desnudez desempeña un rol negativo con respecto al valor de la persona, cuando su objetivo es la gratificación de apetitos desordenados de placeres deshonestos, como resultado de lo cual, la persona es puesta en el lugar de un objeto de diversión. Existen situaciones objetivas en las que incluso la desnudez total del cuerpo no es impúdica."
199. Mediante Cristo, el Cristiano retorna espiritualmente al mismo estado de pureza del que Adán y Eva disfrutaban en el Jardín del Edén (Génesis 2:25). Aquí no se cuestionaba si su desnudez era pecaminosa. Cuando Dios la creo, la desnudez era buena. En consecuencia, cuando Dios la recrea, también es buena.
200. La Biblia dice claramente que la inmoralidad sexual es pecado. El Naturismo saludable es enteramente consistente con el Cristiano, quien ha "crucificado la naturaleza pecaminosa de sus pasiones y deseos." (Galatianos 5:24).
201. La Biblia hace un llamado a los puros de corazón. Cualquiera que piense que es imposible ser puro de corazón estando desnudo, es ignorante de las realidades del nudismo, y cualquiera que crea que es erróneo incluso para los puros de corazón estar desnudo, ha caído en legalismo, un vicio que San Pablo denuncia repetidamente.
San Pablo escribe: "Cuiden que nadie los cautive con filosofías engañosas y huecas, que dependen de las tradiciones humanas y de los principios básicos del mundo, en vez de depender de Cristo... ¿Si han muerto con Cristo para los principios básicos del mundo, porqué, como si vivieran en el mundo, se sujetan aún a los decretos �no toques, ni gustes, ni palpes�, respecto a cosas que están destinadas a la destrucción por el uso, de acuerdo a los mandatos y enseñanzas de los hombres. Estas enseñanzas tienen una apariencia de sabiduría, con su autoimpuesta adoración, su falsa humanidad y su severo tratamiento del cuerpo, pero no son de valor alguno en combatir la satisfacción de la carne... Por consiguiente, como elegidos de Dios, santos y amados, vístanse de los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia." (Colosenses 2:8,20-23;3-12).
202. El vestidismo compulsivo crea un cinismo indeseable entre nuestro espíritu y nuestro cuerpo. La moralidad Cristiana debería tratar a la persona como un todo, sanando la dicotomía existente entre lo espiritual y lo corporal.
203. La desnudez se usó a menudo en la tradición Cristiana como un símbolo de renuncia al mundo para seguir las enseñanzas de Cristo.
Margaret Miles escribe: "En el siglo XIII, San Bernard de Clairvoux popularizó la idea de la desnudez como una imitación simbólica de Cristo. Desarrolló esta metáfora basándose en San Francisco. Francisco anunció su compromiso con la pobreza y su renuncia a las posesiones materiales, sacándose la ropa en público y poniéndola a los pies de su quejumbroso padre" y el sacerdote local. Varias sectas Cristianas han practicado la desnudez como parte de su culto, incluyendo los �Hermanos Alemanes del Espíritu Libre� en el siglo XIII, los Picards en el siglo XV en Francia y la más conocida: los Adamitas a principios del siglo XV en los Países Bajos.
196. La desnudez no puede igualarse automáticamente con el pecado sexual.
El vincular la desnudez con el pecado sexual en forma directa, tiene tanto sentido como insistir que el fuego solo puede conectarse con la destrucción de la propiedad y la vida, y por lo tanto es inmoral. El pecado no viene de la desnudez, viene de cómo el estado de desnudez es usado. Ian Barbour escribe: "Ningún aspecto del hombre es malo en si mismo, solo es malo cuando se hace mal uso de él. La inherente bondad del orden material, en el cual el ser humano participa plenamente, es, como puede observarse, un corolario de la doctrina de la creación."
El Papa Juan Pablo II admite que la desnudez en y por si misma no es pecaminosa. "El cuerpo humano en si mismo, siempre posee su propia e inalienable dignidad humana," dice. Solo es obsceno cuando se lo reduce a "un objeto de �diversión�, alimento para la gratificación de apetitos desordenados de placeres deshonestos."
197. La desnudez no puede asociarse automáticamente con la lujuria.
No es razonable cubrir las manzanas en el mercado, solo porque alguien podría ser tentado por la gula, tampoco es necesario derogar la moneda debido a que alguien podría dejarse vencer por la codicia. Por el contrario, en nuestra sociedad ¡resulta perfectamente razonable prohibir la desnudez simplemente debido a que un individuo podría ser tentado por la lujuria!
La apreciación de la belleza de un miembro del sexo opuesto, desnudo o como fuese, no puede equipararse automáticamente con la lujuria. Solo si se agrega el deseo, dicha apreciación se convierte en lujuria, y por lo tanto en pecado. Incluso entonces, es el lujurioso, no el objeto de su lujuria quien ha pecado. Batheseba nunca fue censurada por bañarse, si David por su lujuria (II Samuel 11:2-12:12).
El Papa Juan Pablo II escribe: "Existen circunstancias en las que la desnudez no es impúdica. Si alguien toma ventaja de esta ocasión para tratar a la persona como un objeto de diversión, incluso si esta acción es puramente interna, este es el único culpable de falta de vergüenza... no el otro." Margaret Miles Observa que: "La desnudez, la sexualidad y la lujuria rara vez se asocian en las Escrituras."
198. Muchos líderes históricos de la iglesia han desvinculado la desnudez con el impudor sexual. Santo Tomas de Aquino, por ejemplo definió como acto impúdico, aquel que se realiza con intención lujuriosa. Por lo tanto, si alguien se desviste con el único propósito de bañarse, tomar sol o recrearse, no puede ser acusado de impúdico.
El Papa Juan Pablo II escribe: "El pudor sexual no puede identificarse de manera sencilla con el uso de vestimenta, ni la falta de vergüenza con la ausencia de la misma, o con la desnudez parcial o total... La falta de pudor se presenta solo cuando la desnudez desempeña un rol negativo con respecto al valor de la persona, cuando su objetivo es la gratificación de apetitos desordenados de placeres deshonestos, como resultado de lo cual, la persona es puesta en el lugar de un objeto de diversión. Existen situaciones objetivas en las que incluso la desnudez total del cuerpo no es impúdica."
199. Mediante Cristo, el Cristiano retorna espiritualmente al mismo estado de pureza del que Adán y Eva disfrutaban en el Jardín del Edén (Génesis 2:25). Aquí no se cuestionaba si su desnudez era pecaminosa. Cuando Dios la creo, la desnudez era buena. En consecuencia, cuando Dios la recrea, también es buena.
200. La Biblia dice claramente que la inmoralidad sexual es pecado. El Naturismo saludable es enteramente consistente con el Cristiano, quien ha "crucificado la naturaleza pecaminosa de sus pasiones y deseos." (Galatianos 5:24).
201. La Biblia hace un llamado a los puros de corazón. Cualquiera que piense que es imposible ser puro de corazón estando desnudo, es ignorante de las realidades del nudismo, y cualquiera que crea que es erróneo incluso para los puros de corazón estar desnudo, ha caído en legalismo, un vicio que San Pablo denuncia repetidamente.
San Pablo escribe: "Cuiden que nadie los cautive con filosofías engañosas y huecas, que dependen de las tradiciones humanas y de los principios básicos del mundo, en vez de depender de Cristo... ¿Si han muerto con Cristo para los principios básicos del mundo, porqué, como si vivieran en el mundo, se sujetan aún a los decretos �no toques, ni gustes, ni palpes�, respecto a cosas que están destinadas a la destrucción por el uso, de acuerdo a los mandatos y enseñanzas de los hombres. Estas enseñanzas tienen una apariencia de sabiduría, con su autoimpuesta adoración, su falsa humanidad y su severo tratamiento del cuerpo, pero no son de valor alguno en combatir la satisfacción de la carne... Por consiguiente, como elegidos de Dios, santos y amados, vístanse de los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia." (Colosenses 2:8,20-23;3-12).
202. El vestidismo compulsivo crea un cinismo indeseable entre nuestro espíritu y nuestro cuerpo. La moralidad Cristiana debería tratar a la persona como un todo, sanando la dicotomía existente entre lo espiritual y lo corporal.
203. La desnudez se usó a menudo en la tradición Cristiana como un símbolo de renuncia al mundo para seguir las enseñanzas de Cristo.
Margaret Miles escribe: "En el siglo XIII, San Bernard de Clairvoux popularizó la idea de la desnudez como una imitación simbólica de Cristo. Desarrolló esta metáfora basándose en San Francisco. Francisco anunció su compromiso con la pobreza y su renuncia a las posesiones materiales, sacándose la ropa en público y poniéndola a los pies de su quejumbroso padre" y el sacerdote local. Varias sectas Cristianas han practicado la desnudez como parte de su culto, incluyendo los �Hermanos Alemanes del Espíritu Libre� en el siglo XIII, los Picards en el siglo XV en Francia y la más conocida: los Adamitas a principios del siglo XV en los Países Bajos.
Para finalizar, en la última y polémica carta del Papa, dice:
"La visión serena de la desnudez con la que concluye la segunda narración de la creación evoca aquel «muy bueno» que cerraba la creación de la primera pareja humana en la precedente narración. Tenemos aquí el centro del diseño originario de Dios y la verdad más profunda del hombre y la mujer, tal como Dios los ha querido y creado. Por más transtornadas y obscurecidas que estén por el pecado, estas disposiciones originarias del Creador no podrán ser nunca anuladas."
En fin, lo dicho, yo no soy creyente y ninguna de estas razones me son ni válidas ni inválidas, pero un católico de verdad, que esté en playas familiares apoyando dicha campaña, y viendo lo que dice su propio lider espiritural Juan Pablo II, debería plantearse seriamente continuar con ella, que, además va en contra de los Derechos Humanos y de la Constitución Española.