A pesar de todo, la cosa no ha estado mal. Este ha sido el primer año en que Nerea sabe quienes son los reyes, el olentzero o el santa claus, lejos de tener menos ilusión, este año ha sido especialmente intenso para ella, quizá ha sido este aspecto el más destacable.
Ahora ella también participa en la cuestión de elegir un regalo, de buscar un hueco para comprarlo, de envolverlo y esconderlo hasta que llegue la nochebuena y, por supuesto, esperar con impaciencia a que se termine la cena.
Ha sido divertido conspirar con su madre por un lado para comprarme un regalo y conmigo por otro para comprarle otro a Maite. También ha sido divertido ver como con su inocencia y su impaciencia se le escapaba en que consistía el regalo de cada uno.
Como regalo de su parte me ha caido Gattaca, a su madre un precioso colgante de ambar y a ella unos pocos accesorios para sus muñecas (los cuales le han hecho mucha ilusión) y un libro adquirido en el Pamplonetario para leer a oscuras.
La cena ha sido muy íntima, desde hace unos años la nochebuena la celebramos sólo nosotros tres, sin más familiares que den la lata ni grandes comilonas que provoquen un desaguisado digestivo durante meses, todo a la luz de las velas.
El resto ha sido más estandar, comida con mi familia en navidad, accidentada vuelta a casa debido a la nieve (salimos el 26 a primerísima hora, y tuvimos suerte ya que pillamos las carreteras muy limpias, un par de horas más tarde y hubieramos sido parte de aquellos conductores que se quedaron aislados ese día).
Lo que es destacable es que nos ha tocado la primitiva, si que es cierto que sólo 69, no es para echar cohetes, pero gracias a ello me ha caido un regalo inesperado, una Wacom Volito.
El juguete no está nada mal, pero me ha costado bastante configurarlo para linux, para ello he tenido que aprender nuevas cosas de como se configuran dispositivos en las X11 a lo cual, cuando tenga algo de tiempo, dedicaré un artículo para otros que adquieran el dichoso aparato no sufran tanto a la hora de configurarlo.
Y para terminar estas fiestas, un simpático catarrazo que nos ha tenido a mi señora y a mi bastante jodidillos, afortunadamente existe el paracetamol.