El gNudista La Libertad sigue siendo la idea más radical de todas

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A pesar de que soy ateo desde hace ya muchos años, a pesar de saber que la iglesia católica nunca ha sido un modelo de bondad, hasta ahora no había dado los pasos para darme de baja.

Supongo que más que otra cosa era la pereza la que me ataba, pero las últimas acciones de la ICAR me han dado fuerza para decir que basta ya.

A pesar de los "mecagüen" que he puesto en mi bitácora, nunca me he considerado especialmente anticlerical, estudié cuando niño en un colegio de curas y, al contrario que muchos, en mi caso me encontré con unas personas excelentes, aquellos curas "obreros" que se comprometían, por fin, con su comunidad.

Mi ateismo es más del tipo "filosófico", ese concepto fantástico de dios no me resulta nada creible, y cuando uno profundiza en la historia de dicho concepto más fantástico resulta.

Tampoco creo en la existencia real del personaje de Jesús, puede que existiese un mesías, dentro de los cientos que había en la época, que sembrase la semilla del mito, pero su paralelismo con mitologías mucho más antiguas, había un dios egipcio nacido en un portal, de una virgen, milagroso, que es asesinado y que resucita al rato (ahora no me acuerdo de su nombre, pero tiene unos cuantos siglos más que el mito de JC), el hecho de que "sus" evangelios no fuesen escritos hasta pasados más de cien años, que tengamos alma por una mala traducción al griego, que casi todos los dogmas fuesen consensuados con un emperador que no era ni siquiera creyente y que fue bautizado a la fuerza durante su agonía y un largísimo etcetera que hace al cristianismo en general y al catolicismo en particular en una gigantesca falsedad, todo esto y mucho más me hacen dudar incluso del icono fundamental.

Todas estas cosas pueden ser "perdonadas", a mi me enseñaron que lo importante era ese mensaje de amor que tal y tal y tal, pero aun así, como ya he dicho, es el mismo concepto de dios el que no logro ver, y si la base fundamental falla, falla todo.

Así pues, ayer llamé al Obispado de Vitoria donde muy amablemente me dijeron los pasos a seguir, pero como soy de Donostia, me remitieron al Obispado de San Sebastian, allí también me atendieron correctamente y me dijeron que documentación había que remitir.

Esta consiste en mandar la carta en la que explique por que me quiero dar de baja, partida de bautismo y fotocopia del DNI.

Pues lo dicho, ya he dado el primer paso, ya iré relatando que va pasando.