En su día leí un artículo en Investigación y Ciencia en el que avisaban que la eliminación de los árboles de la zona, la construcción no demasiado controlada de casas, la desecación del fondo sobre el que se asienta la ciudad son factores que la hacen especialmente vulnerable a una tormenta tropical y lo que se avalanza es todo un huracán.
Y encima, para añadir más desgracia a la cosa, la inundación bien podría traer a esa hermosa ciudad epidemias de fiebre amarilla, la cual ha asolado la ciudad más de una vez (véase "Jezabel" con Betty Davis).
A ver que pasa, aunque parece que el Bush está acertando al evacuar la ciudad, lo que no deja de sorprender un poco.