No sé si empezar por definirme; sí, soy creyente, aún más, me defino como católico (entiéndase aquí la acepción griega del término: Katholikon=Universal).
Realmente no me importa la adhesión religiosa de cada cual,pues cada uno/a es muy libre de manifestar su creencia en un dios o no.
Ahora bien, como ciudadano libre practico (y me cuesta un precio muy alto) el sano ejercicio de la heterodoxia ante los dogmatismos, el pensamiento único y el adormecimiento de la conciencia social, pues la sociedad actual se comporta, en terminos generales como masa maleable por los que imponen "su" visión de las cosas. Personalmente creo en el mensaje básico del evangelio y testimonio vital de un tal Jesús, que no sólo habló, sino que fue consecuente y vivió aquello de que hablaba. Por ser un hombre libre, que vivía el amor universal hacia todas las criaturas, fue vilmente asesinado por los "talibanes" de su tiempo. Los representantes más fanáticos de la ortodoxia y el dogmatismo.
Su vida entera es un mensaje de amor y libertad. Curiosamente, y leyendo textos budistas, ese amor universal impregna la vida de ambos: Jesús y Buda, despreciados en su tiempo.
Hoy, Ratzinger y su purria de palmeros prostituyen el mensaje liberador de Jesús e imponen por la fuerza su interpretación de las cosas.
Afortunadamente, los católicos tenemos espejos en donde ver reflejado ese mensaje de amor universal. Y pongo ejemplos como Pere Casaldáliga, a quien se le prohíbe entrar al Vaticano por ejercer como obispo de su comunidad y vivir de forma radical las palabras de Jesús.
Su mensaje es liberador y la curia romana lo tiene secuestrado.
El dogmatismo más inquisitorial se ha apoderado de los que dicen ser portadores de la verdad.
Pero esa es otra historia.
Amigos, gozad del amor por todas las criaturas y sed libres.
Un abrazo.
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