Las previsiones del tiempo indicaban que este sábado 17 de septiembre iba a llover a mares, fuerte viento del norte y un bajón térmico que nos llevaría de los casi 30 grados del jueves a los 18 previstos como máxima para el sábado.

Tuvimos una suerte inmensa y no nos llovió, si que hizo viento frio del norte y la temperatura no invitaba al desnudo precisamente, aunque claro, corriendo o montando el circuito, llevando cajas de un lado a otro y todo eso, se podía estar sin ropa perfectamente siempre que uno no se quedase quieto.

Al final vinieron 70 valientes, algunos deportistas de nivel alto y, como anécdota, el ganador en la categoría infantil, un crio de 9 años que fue al mismo (trepidante) ritmo que los adultos y entró en meta a la par que los que iban en cabeza, aunque estos debían dar una segunda vuelta más al circuito, los niños realizan la mitad de la carrera.

La verdad es que quedamos contentos, esta vez no vinieron los programas del insulto fácil (lo que llaman "del corazón") y si los de la prensa deportiva donde lo importante es la carrera y la anécdota el uniforme de los deportistas.

Luego, como todos los años, la gente del Restaurante Golfo Norte nos preparó una rica comida para los participantes, en este caso un sabroso marmitako, que disfrutamos alegremente.

El El Correo nos dedica el siguiente artículo.