El gNudista La Libertad sigue siendo la idea más radical de todas

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La pena es el tiempo que padecemos en el País (chu)Vasco por que si no, nos hubiéramos encontrado con un macroevento como el que disfrutaron en Barcelona.

Llegamos el viernes a la tarde después de sortear varios atascos y accidentes en la Nacional I, no entiendo a la gente de mi propia tierra, capaces de ir a más de 120 Km/h en una carretera en la que, de normal, no se debería ir a más de 80 km/h y mucho menos con tantísima lluvia.

Nos costó llegar al Hotel Londres donde habíamos quedado con el equipo de Espejo Público de Antena 3, el domingo sobre las 8 de la tarde echarán el mini reportaje, espero que le den un buen tratamiento, no sólo por que es así como debería hacerse, sino por que la verdad es que han sido verdaderamente encantadores, allí grabamos la primera parte del reportaje.

A las seis de la mañana nos levantamos a duras penas, joder, un sábado es para dormir, no para madrugar, pero la verdad es que tuvimos suerte, la cita era a las seis de la mañana en un principio pero luego se retrasó a las ocho, lo que se agradece.

Llegamos y empezamos a ver a los más madrugadores, a la prensa, que se avalanzaban sobre los primeros participantes, creo que dimos una pequeña entrevista a Tele5 y una estúpida tontería a los de Vaya Semanita, cuyo entrevistador hizo las preguntas más gilipollas de todas las que se escuchaban entre tanta cámara (una pena, el programa no está mal, pero que idioteces preguntaba el argentino ese).

Continuamos la entrevista con los de Espejo Público y entramos ya al Kursaal donde nos encontramos a una gran cantidad de amigos, desde Madrid, Valencia, Bizkaia, Barcelona, Navarra, etc...

También estaba Jacint Rivas, firme defensor del derecho al desnudo, fue el que logró que el Ayuntamiento de Barcelona editase un tríptico informando que el desnudo es legal y uno de nuestras libertades y lleva cientos de kilómetros recorridos por Barcelona con su traje de adan. Habrá quien diga que es una locura, pero en cuanto se empiece a ver como algo quizá no normal, pero si como algo no escandaloso, empezará a normalizarse el desnudo en parques, piscinas y otros sitios donde el bañador es normal y en las playas se admitirá como una de las opciones más naturales.

En apenas un cuarto de hora, las trescientas personas previstas se habían convertido en más de setecientas, y al iniciarse el evento, según la prensa, ya en mil doscientas.

Allí que nos desnudamos y pasamos a las escaleras del Kursaal, el edificio diseñado por Moneo y que tantas pasiones levantó en Donostia, a un porcentaje nada despreciable de la población le parecía un proyecto que no pegaba ni con cola en una ciudad anclada arquitectónicamente en los principios del siglo XX.

No conocía el edificio por dentro y es espectacular, pero lo realmente espectacular era todos nosotros tapizando el edificio con nuestros cuerpos, me sentí, de verdad, dentro de una obra de arte, todos allí dejábamos de ser hombres o mujeres, dejábamos de ser seres sexuales, que es lo único que ven los ojos de los retrógados, sino que éramos seres humanos, altos, bajos, delgados, gordos, hombres, mujeres, jóvenes, mayores, da igual, todos humanos.

Quizá se hace algo pesado, al fin y al cabo busca un efecto muy concreto en cada fotografía y poner en orden a mil doscientas personas no es taréa fácil y más en un lugar con tanto eco, que si ahora miran estos para un lado, que estos se tumban sobre el frio marmol, que estos se desparramen al azar en esta planta, levantar las manos, bajarlas, daros la vuelta, pues mira, que no me gusta como queda, así que volver a la posición anterior, etc...

Después se salió a la playa y sólo unos pocos cobardicas nos quedamos dentro, a mi me acojonó la temperatura no superior a 8ºC, viento racheado y lluvia, pero viendo las fotos de la prensa, la verdad es que me ha dado envidia no haber salido.

Y por último hizo unas fotos con parejas, algunos dirían que son eróticas pero creo que la mejor palabra que designaría el efecto logrado sería el amor.

Luego salimos, terminamos el seguimiento de la noticia con los de Espejo Público y nos fuimos a casa de mis padres donde teníamos una celebración familiar, lo que me fastidió un poco, estar con amigos de todas partes era algo que me apetecía muchísimo, pero la familia es la familia.

Aquí pongo unas pocas fotos de El Diario Vasco: