Que en castellano significa Luz Negra, este es el último trabajo de Tirri Tarra, una veterana fanfarre de esas que animaban las fiestas, ganadora durante muchos años seguidos del prestigioso certamen de peñas y bandas de Condom (si, ya se, el nombrecito de la capital de Armagnac se las trae pero allí fabrican uno de los mejores licores del mundo), pero desde hace unos años han cambiado de rumbo, ahora han abandonado la txapela por hacer una música mucho más personal, más íntima y compleja junto con Sergio Zurutuza, guitarrista y compositor, amigo de la banda.

Después de más de cuatro años de trabajo, de explorar nuevos sonidos, nuevas músicas, cuatro años de creación continua, han hecho un elaboradísimo disco de algo que yo clasificaría como rock sinfónico (o new age, o música clásica moderna o...) y que cuenta con la colaboración de la orquesta de cuerta “et incarnatus” y del prestigioso Orfeón Donostiarra.

Su primera actuación fue en el Kursaal el domingo 11 de junio y la verdad es que no me pareció gran cosa, es más, yo diría que quedó bastante floja la actuación y todo no por el buen hacer de los músicos, sino por el desastroso montaje de sonido que hizo el técnico que habían contratado (luego me entero que es el más afamado de Euskadi, lo que me indica que la fama no es sinónimo de nada).

Su segunda actuación ha sido ayer 18 de junio en el auditorio pamplonica El Baluarte esta vez sin semejante chapucero, haciendo que la actuación haya sido brillante, magnífica, soberbia, maravillosa (y etc, etc, etc...), o sea, que me ha gustado y mucho.

También tienen actuaciones el día 22 de julio en la explanada del Museo Guggenheim y el 28 de julio en la Plaza Nueva de Vitoria-Gasteiz.

Si quieres saber como suena pulsa aquí, pondría el enlace a la página web, pero está perpretada de tal forma que no funciona ni siquiera en güindos, espero que no hayan pagado por ella.

Por cierto, el director de la banda es mi hermano, lo digo por si no se ha notado ;)