Sergio, por ejemplo:
Los que matan, los que mataron, los que maten. Los que destruyen y los que -de esa manera- no dejan progresar. Eso para empezar.
Al igual que los que ven "bien" o como un "mal menor" la tortura, el secuestro, la extorsión o la censura de las ideas y el pensamiento libre y sus formas de expresión. Quizás también los que hablan de "daños colaterales" o niegan conflictos donde se dan esos "años colaterales".
Tambíén los que no permiten que algunos sectores de la sociedad no alcancen los derechos plenos del resto, sencillamente por motivos supuestamente religiosos, viriles o incluso de "vacío legal". Los que creen poder decidir quiénes son una familia y quiénes no lo son.
También los que persiguen las injusticias a miles de km pero en casa son dirigidos/inspirados por amigos y cómplices de aquellas dictaduras o antiguos protagonistas de las mismas a este lado del charco.
Por último, quizás también sean enemigos de la libertad los que utilizan esa misma palabra para decir que sólo ellos son los garantes de la misma y meter miedo y odio en la sociedad desde sus nuevos púlpitos en los que se caricaturizan nuevos enemigos de diseño, basados en todo lo que se aleje de la inspiración editorial que los ampara.
Y tampoco parecen amigos de lo democrático los desmemoriados selectivos que subrayan con fosforito sólo parte del presente y derraman typex sobre el resto de páginas recientes. Los que hasta ayer no vieron jamás un motivo por el que quejarse en voz alta y formar manifestación alguna en medio siglo, los que hasta ayer aplaudían la represión de anteriores manifestaciones antibelicistas, anti-mareas negras, antiglobalización, antihomofobia, antifascistas, etc. y hoy corren a poner a sus hijos en primera línea frente a las cámaras de televisión y las ofertas de los escaparates del centro de la ciudad, escoltados - eso sí - por esas mismas FSE.
En resumen, los enemigos de la libertad y la democracia -como ETA misma- son los que hablan de Libertad mientras recelan de la de los demás, o la impiden, o la deslegitiman dependiendo de quién la reivindique. O la bombardean o jalean a quienes lo hacen.
"Dignidad" era el nombre de uno de los campos de concentración más temidos de la dictadura chilena, y la cárcel más grande y mortífera de la dictadura en Uruguay se llamó precisamente "Libertad".
Esto me trae también a la memoria a ese famosísimo político español, cargo público desde la dictadura hasta el año pasado, que siempre ha presumido de su amistad con Bordaberry (el ex-dictador uruguayo), el difunto Pinochet e incluso con Fidel Castro y Gadaffi. Me refiero a uno de los "padres" de la Constitución vigente y nuevo acuñador en los 80 de términos como "Tolerancia" y "Democracia", a modo de libro de estilo y, supongo, de autoayuda.
Espero haberme explicado bien, Sergio. Al menos he hecho el esfuerzo :)
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