Tan poco caso le hacíamos que ni sabíamos que existían mandos a distancia inalambricos y hace un mes nos pillamos unos y al instalar la consola de forma permanente y sin cables supuso que mi mujer rescatase el Dragon Quest y en menos de una semana pasó del segundo pueblo al quince o así dedicándole unos ratitos a la tarde.
Con mi hija hemos pasado unos buenos ratos con el Lego StarWars pero la sorpresa ha sido que me han regalado el Call of Duty 3.
Como he dicho, nunca he sido de videojuegos y así que no entiendo mucho de esas cosas, pero la sensación angustiosa de estar en medio de una brutal guerra está tan lograda que provoca hasta pesadillas, en serio.
Luego me entero que está siendo uno de los juegos más votados y no me extraña, espero no engancharme.