Allí estábamos, desnudos al sol, chapoteando con el agua y pasando un buen rato, de pronto el cielo se ha puesto negro, así que, sin vestir siquiera, hemos cogido los bártulos y conociendo como conocemos nuestra Siberia-Gasteiz hemos empezado nuestro regreso al coche.
Los rayos y los truenos han amenizado la caminata y una caída vertical de las temperaturas -en menos de una hora 10 grados de bajón-, aun así hemos tenido suerte, no ha empezado a llover a mares hasta un minuto después de estar ya protegidos dentro del vehículo.
Para mañana más y peor, teníamos una pequeña caminata de senderismo nudista, con su comida y todo eso con nuestros amigos de ANBU (Amigos Naturistas de Burgos) en una bonita zona de la provincia de Burgos pero visto lo visto queda pospuesta para el próximo fin de semana, esperemos tener mejor suerte.