Ojalá sólo fueran ese grupete de nazional católicos que se han ido de manifa los que diesen la lata, pero algo huele a podrido en este país, se les guardó debajo de la alfombra durante mucho tiempo, eso tan modélico que llamaron transición y ahora, una vez la gente ha olvidado las porras de los grises, las torturas en las comisarías de la guardia civil, los asesinatos, los fusilamientos, los crímenes contra la humanidad que perpretaron y la putrefacción moral que representan, ahora esa gentuza no les parece peligrosa e incluso les atrae, prometen curar el país no metiendo en la cárcel a especuladores o empresarios ladrones e hijos de puta, sino acabando con los raritos, con los maricones y los inmigrantes de mierda, como siempre, y como siempre lo lamentaremos amargamente.