El gNudista La Libertad sigue siendo la idea más radical de todas

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Cualquiera que siga las aventuras de Kar-El, alias Clark Kent, alias Supermán, sabe que nació en Kripton, un lejano planeta que orbita alrededor de una gigante roja que debido a las fuerzas de marea de bla, bla, bla e hizo catapum siendo Kar-el, entonces un recién nacido, el único superviviente de semejante tragedia planetaria (bueno, luego aparecieron más, pero esa es otra historia).

Sin embargo Ratzinger Z, alias, Benedicto XVI, va y suelta que no, que Supermán nació realmente en Small Ville (Villachica para los hispano parlantes) basándose en un olvidado número de un comic de DC publicado en 1943. Los fans de todo el mundo están divididos, los que consideraban a Supermán como símbolo de la justicia y la honestidad siguen pensando que nació en Kripton mientras que el sector que dice que Supermán simboliza el conservadurismo, la violencia como única solución social, la mano dura, la homofobia y el patriotismo no dudan en cambiar el lugar de nacimiento de su héroe no por que crean que así fue, les da igual, sino por fastidiar al otro sector y para que el museo kriptoniano deje de tener ingresos turísticos ya que geopolíticamente ha dejado de ser interesante para sus intereses.

Los ateos en Supermán, no confundirnos con esos que pasan de posicionarse argumentando que no pueden demostrar la inexistencia real de este superhéroe, como que nos da igual, sabemos que Kriptón es un gas, que Small Ville no existe en el mapa y que Supermán es sólo un personaje de DC comics, pero no deja de sorprendernos e incluso provocarnos una gran carcajada.