Da igual que ETA ponga bombas, da igual que vayas al super y no haya nada que comprar, lo realmente grave, lo que hizo de ayer un día trágico es que hemos pasado del siglo XXI al siglo XVIII al cambiar las horas de trabajo de 48 horas semanales a ¡¡65 horas!!
Por supuesto, para que seamos más libres según el ideario fascista neoliberal, el pacto no será entre sindicatos y patronos, sino entre amo y esclavo, dentro de poco veremos de nuevo fábricas con una gran productividad, con los niños volviendo a las minas, con camastros dentro de la fábrica, pagándo con dinero del monopoli y que sólo valdrá para el "economato" de la empresa.
La humanidad, si no se libra de los neoliberales, se encamina a una nueva edad media más oscura aun que la original.