Pregunté al Dr. Prescott cómo se podían aplicar estos descubrimientos en nuestra sociedad actual. Respondió: "Parece que tenemos un principio, firmemente basado, de que es altamente improbable que las sociedades humanas físicamente afectivas sean físicamente violentas. Por lo tanto, los circuitos cerebrales de la no violencia deben ser estimulados durante la lactancia y la infancia para desarrollar completamente el sistema neuronal en las áreas del 'placer' del cerebelo. En los recién nacidos, ofrecerles satisfacción sensorial dándoles de mamar, acunándolos, masajeándolos y dándoles una muestra constante de cariño. Enseñar sin turbación a aceptar todas las funciones del cuerpo. A medida que el niño vaya creciendo, la desnudez en la familia debería ser rutinaria y sugeriría a las familias que se bañaran juntas en baños estilo japonés.
"El baño familiar debería utilizarse para la socialización y relajación y debería proporcionar una situación natural para que los niños aprendan acerca de las diferencias hombre/mujer. Los beneficios de los estimulantes baños de masaje no debería limitarse a hospitales o clubes de salud sino que deberían entrar en los hogares. El afecto físico como tocar, abrazar y acariciar no deberían asimilarse a la estimulación sexual, que es un tipo especial de afecto."
En un estudio de la predisposición familiar hacia la violencia, los psiquiatras Brandt F. Steele y C. B. Pollock, de la universidad de Colorado, investigaron tres generaciones de familias que abusaron físicamente de sus hijos. Los doctores encontraron que los padres de tales familias habían sido ellos mismos, invariablemente, privados de afecto físico durante la infancia. También que su vida sexual adulta era extremadamente pobre. Casi sin excepción, las mujeres que abusaron de sus hijos nunca habían experimentado un orgasmo, y los hombres también tenían vidas sexuales insatisfactorias. Parece que la violencia engendra violencia cuando los circuitos del "afecto" son cortocircuitados por la privación táctil.
THERAPY, NUDITY & JOY
AILEE GOODSON (Ph. D.)
ELYSIUM GROWTH PRESS
Traducción: Fernando Gómez-España