La libertad de expresión es un derecho fundamental. Todos pueden ejercerlo por medios lícitos. Pero los espacios públicos que deben ser utilizados de modo obligado por los ciudadanos no deben ser empleados para publicitar mensajes que ofenden las convicciones religiosas de muchos de ellos. Si se hace así, se lesiona el derecho al ejercicio libre de la religión, que debe ser posible sin que nadie se vea necesariamente menospreciado o atacado.
¡Joder!
¿Que autoridad moral tiene una religión que es la más condenada de la historia por violar niños, una y otra y otra y otra y otra vez, sin que semejantes despojos humanos sean condenados ni por la Confe ni por la Ley, para soltar semejantes soplapolleces?