Como diría el tango, veinte años no son nada, sin embargo en este tiempo el mundo ha cambiado de una forma radical y en especial Alemania.
La caída del muro de Berlín supuso el fin de la RDA pero también supuso la sistemática eliminación de la identidad cultural de lo que fue la RDA y entre esas cosas, el nudismo que fue tremendamente popular en dicho país.
La "Freikoerperkultur" ("cultura del cuerpo libre"), o "FKK" nació a principios del siglo XX como toda una revolución cultural, sin embargo su historia en Alemánia ha tenido sus altibajos.
Durante el régimen nazi fue proscrito, considerándose como algo poco apropiado, sin embargo, luego fue promovido, pero exclusivamente para aquellos que se ajustasen al prototipo de pura raza aria y que perteneciesen al partido, convirtiéndose en una actividad elitista y totalmente prohibida para el pueblo en general.
Según la profesora de Historia Moderna de la Universidad británica de Bristol y estudiosa del fenómeno Josie McLellan, en los primeros años de la RDA el politburó veía al nudismo como un vestigio del nazismo y como una peligrosa degeneración pequeño-burguesa, aunque ambas consideraciones fuesen mútuamente excluyentes. Estas sospechas se vieron reforzadas por los acontecimientos en Prerow, un pintoresco pueblo costero a 300 kilómetros al norte de Berlín, donde los nudistas se reunían a la noche en las dunas de la playa de esa localidad para pintarrajearse el cuerpo con pasta de dientes y montar "fiestas africanas".
Con el Ministerio del Interior a la cabeza se consideró al nudismo como una amenaza para los sentimientos "sanos y naturales del pueblo trabajador alemán", así pues las autoridades trataron de acabar con la FKK en la década de 1950.
Sin embargo muchos nudistas también eran miembros del partido, policías o incluso jueces y comenzaron a presionar para que acabase dicha persecución; "practicar nudismo y ser un buen comunista no es algo que sea mutuamente excluyente, además el nudismo no tiene propósitos sexuales", "dentro del nudismo la mujer no es un objeto sexual sino una compañera, aquí no hay bikinis excitantes", cita el profesor McLellan unos pasajes de un artículo de 1966.
Una extensa campaña popular de resistencia hizo ceder finalmente a las autoridades y en los años 1960 y 1970 la FKK pasó de ser perseguida por los nazis primero y el régimen comunista después, a convertirse en un fenómeno a nivel nacional en la RDA, siendo incluso adoptado tímidamente por el régimen, lo que provocó su expansión por varios países del bloque comunista y también a la vecina República Federal Alemana.
A pesar de este clima de tolerancia hacia el nudismo, estaba prohibido pertenecer a cualquier asociación nudista ya que estas no estaban controladas por la dictadura, lo que provocó la siguiente broma: ¿Como se llama a una reunión de dos o mas ciudadanos de la RDA? ¿una reunión ilegal o una playa nudista?"
Con todos los aspectos de la vida fuertemente controlada por la dictadura, sin libertad de expresión, con la libertad de movimiento muy restringida, con la tristemente famosa Stasi espiando a sus ciudadanos, el nudismo se convirtió en una forma de libertad que fue plenamente seguida por los ciudadanos de la RDA. "Fue una de las pocas libertades", comenta Schumacher, ciudadano de Dortmund que hoy, a sus 64 años de edad, desnudo y de pie en una de las hermosas playas de Prerow que nos habla de las bondades del nudismo: "esto nada tiene que ver con el sexo", "Si se hace la experiencia es maravillosa, el nadar desnudo, el no llevar ropas húmedas pegadas en el cuerpo, todo esto te hace sentir realmente bien, si se logra entender el nudismo uno se dará cuenta de que es algo grande".
En ningún sitio el auge del nudismo fue más evidente que en esta ciudad de Prerow, con sus extensas playas vírgenes, sus dunas y sus cristalinas aguas, aunque también fue triste símbolo de la opresión de la dictadura, con sus 2.500 policías, 70 torres de vigilancia, reflectores, alambre de espino, embarcaciones y radares para asegurarse de que nadie escapara por mar a la vecina Dinamarca. También fue aquí donde se creó el primer gran camping nudista de la RDA con una fuerte demanda y modelo del resto.
Veinte años después de la caída del muro y a pesar de la destrucción cultural de todo lo que representó la RDA, desde cosas tan triviales como los semáforos hasta la criminalización de todo lo que sonase, aunque sea de lejos, a comunismo, el nudismo sigue siendo una afición muy extendida en dicha zona, atrayendo cada vez más a ciudadanos de la zona oeste.
Muchos se niegan a perder aquella libertad que les ayudó a soportar la dictadura y que ahora también les ayudan a sobrellevar unas supuestas libertades que trajo la caída del muro pero que desde luego no son en absoluto iguales en la zona oriental que en la occidental.
Doris Pegel recuerda cuando le llamaron por teléfono a su casa en Prerow para comunicarle la caida del muro de la vergüenza y como, junto con el resto de la RDA, saltaron de júbilo y se fueron a celebrarlo a la playa. Pero la reunificación trajo la invasión de los turistas "wessi" (del oeste) y de sus prejuicios en contra de la desnudez, trajeron normas, guettos, restricciones y delimitaciones de lo que antaño fue el único símbolo de la libertad de los ciudadanos del este. También la llegada de la pornografía, uno de esos "logros" occidentales, trajo la perversión del desnudo y este dejó de considerarse como algo natural, la unificación es cierto que trajo la libertad pero también sus prejuicios e intolerancias.
En el resto de los países del antiguo bloque comunista el resurgimiento de las religiones, antaño proscritas, en sus aspectos más fundamentalistas y represivos ha acabado con el nudismo en sus países, en Polonia luchan duramente para tener un pequeño guetto en Varsovia con poco éxito, en Croacia, antaño paraíso nudista, prácticamente han acabado con una parte fundamental de su economía turística, aunque en tiempos de crisis vuelven a mirar a ese sector como una forma de dinamizar su maltrecha economía.
Sin embargo una mirada alrededor de Prerow nos muestra que si bien la RDA está muerta, el espíritu de la FKK ha sobrevivido. "Aquí estamos muy mezclados ya que la gente no tiene ningún problema con el nudismo, se supone que tendríamos que estar separados, pero la gente no lo quiere así".