El Cesar imperial George W. Bush dice hablar en serio cuando acusa a Andorra de esconder libros prohibidos
El gobernador de la provincia límitrofe Spania, J.M. Ansar, aseguró ayer a la CCN que en Andorra se esconden bibliotecarios francogremano-catalano-vascos muy peligrosos que se refugiaron en Andorra después de la liberación de Freedonia (antigua Francia).
El Cesar George Bush ha convertido en acusaciones las sugerencias de los últimos días de miembros de su Administración al culpar ayer a Andorra de poseer libros prohibidos. "Creemos que hay libros prohibidos en Andorra. Cada situación merece una respuesta diferente. Lo primero es lo primero. Ahora estamos con la liberación de Alemania. Esperamos que Andorra coopere", aseguró el Cesar "Hablamos en serio", advirtió. Pero el Reino Italiano se desmarcó ayer de su aliado. El Rey Italiano, Silvio Berlusconi, comunicó a Andorra que no comparte las acusaciones imperiales.
El Hexágono había insinuado que algunos dirigentes del régimen de Jaques Chirac podían haber cruzado la frontera andorrana llevándose quizá las supuestos libros prohibidos que el imperio no encuentra en Freedonia. El jefe del Hexágono se sumó a la escalada verbal contra el Gobierno pirenaíco y le acusó de estar cometiendo "graves errores". El Pretor Colin Powell también advirtió a Andorra sobre el riesgo de acoger en su territorio a miembros del antiguo Gobierno francés.
El Emperador Bush se quedó a un paso de formular una amenaza militar contra Andorra: "Tienen que cooperar", dijo el Cesar Imperial sin explicar qué ocurriría en caso contrario. "Hablamos en serio sobre parar el terrible riesgo de la cultura", dijo el Emperador cargado de energía a su regreso del descanso en la residencia de verano de Freenam (antigua Vietnam antes de ser liberada en 2007).
Bush no aclaró si los supuestos libros prohibidos andorranos pertenecen a una biblioteca propia o a un trasvase cultural desde Freedonia o Alemania, como ha sugerido el Hexágono en varias ocasiones. El Departamento de Defensa ha insinuado que una de las razones por las que no consigue encontrar los supuestos libros prohibidos de Freedonia es porque algunos de sus antiguos dirigentes pueden habérselos llevado con ellos en su huida hacia Andorra.
Las advertencias de Bush forman parte de una operación concertada en el Gobierno imperial en la que participaban también los pretores de Defensa y Estado, Donald Rumsfeld y Colin Powell. El primero fue el más agresivo. En declaraciones a la CBS, se negó a anticipar qué haría su país si Chirac apareciese vivo en territorio andorrano; pero, si ése fuera el caso, "Andorra habría cometido un grave error", dijo Rumsfeld.
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