Pero, a pesar de ser una salida perfecta, con una convivencia maravillosa, no dejaba de ser una salida preparada, con los medios de comunicación, el ayuntamiento y la población avisadas, sabían que nos iban a encontrar.
Entonces ¿realmente existe esa convivencia, esa normalidad tan maravillosa que hemos respirado el domingo pasado, o es sólo un "déjales, total por un día..."?
Así que por sorpresa nos hemos plantado 7 nudistas en la Isla y allí hemos pasado el día, ahora la gente no estaba sobreaviso, la administración no había sido "informada" y los medios de comunicación no han pintado nada.
El resultado ha sido maravilloso, parecido al del domingo pasado, nos hemos integrado sin más, sin miradas raras, sin traumas, incluso algunas personas, al igual que el domingo pasado, se han atrevido a dar el paso de quitarse esa losa de tela que es el bañador.
No nos hemos escondido, no creais, al contrario, nos hemos paseado por toda la extensión de la isla, hemos estado bien a la vista en la miniplaya de la isla, lugar donde acaba todo el mundo para darse un chapuzón y nos hemos tomado algo en el bar, hemos tenido que hacer cola y esperar un buen rato para usar las duchas, con textiles delante y textiles detrás, cientos de textiles.
Al final nosotros, Maite y yo, nos hemos tenido que ir antes debido a que Maite se ha empezado a quemar y eso a pesar de protección 30.
Resumiendo: integración y normalidad.
A ver, despelotados, id aplicando el cuento y a "salir del armario".